Análisis ABC y la Long Tail
El término "Long Tail" (larga cola o larga estela) es un término que en estadística se refiere a la parte de una distribución que se aleja de la zona con mayores frecuencias. Pero se popularizó en el ámbito de la logística y los modelos de negocios en el 2004, a partir de un artículo de Chris Anderson para la revista Wired Magazine, y que más tarde daría lugar a su libro "The Long Tail: Why the Future of Business is Selling Less of More".
El origen del análisis ABC, que se deriva del principio de Pareto, se remonta a los años 50, y se incorporaría a los sistemas de producción de la época en Japón, expandiéndose internacionalmente en las décadas posteriores de la mano de las filosofías occidentales de control de calidad y de los sistemas de producción japoneses orientados a la eficiencia.
Los mercados tradicionales estuvieron durante mucho tiempo basados en la producción en masa, lanzando productos con ciclos de vida largos. Pero en las dos últimas décadas la situación del mercado global ha cambiado drásticamente, debido en buena parte a la evolución y modernización de la logística y a la explosión del comercio electrónico.
Actualmente, los ciclos de vida de los productos son mucho más cortos y las variaciones en las demandas más impredecibles. Pero esto también ha permitido que surjan nuevos modelos de negocio que apenas unos años eran inviables.
Así, las principales compañías de comercio electrónico que lideran las ventas online hoy en día ofrecen cientos de miles e incluso millones de referencias. Muchas de ellas son parte de la Long Tail y quedan dentro de la categoría C según un análisis ABC clásico. Es decir, analizados de forma individual, dichos productos presentan una baja rentabilidad. Pero teniendo en cuenta los objetivos globales, aportan un gran valor de negocio puesto que ofrecer un extenso catálogo de productos desempeña un papel clave en la adquisición y fidelización de clientes. De hecho, una buena parte de las ventas de estas compañías corresponden a referencias que no se encuentran habitualmente en stock en tiendas físicas.
Por ejemplo, puede que haya productos C que, desde el punto de vista del valor del inventario, podría incluso considerarse que no resulta rentable disponer de su stock. Pero pueden ser accesorios para productos de alto valor de categoría A, que los consumidores compran a menudo de forma conjunta. En casos como estos, disponer de esos productos de categoría C evita que los clientes se vayan a la competencia a comprar también el producto A.
Pero, ¿cómo se consigue hacer rentables los almacenes con tantas referencias diferentes, muchas de ellas con muy poca cantidad de stock? Uno de los pilares en las nuevas cadenas de suministro es la optimización de los almacenes. Aquí es necesario optimizar tanto el espacio de almacenamiento como el rendimiento de las tareas de manutención. Ésta es una de las razones por la que ATOX Sistemas de Almacenaje diseña y fabrica una amplia gama de sistemas de estanterías metálicas, que permiten aprovechar al máximo el espacio de almacenamiento, y que se combinan con las automatizaciones de ATOX Soluciones Tecnológicas para agilizar las tareas de manutención y minimizar los costes operativos de los almacenes.
Por ejemplo, los pasillos elevados diseñados y fabricados por ATOX a medida de cada almacén se pueden combinar con tramos de transportadores de rodillos con espirales de descenso, lo que permite maximizar el espacio de almacenamiento en altura sin renunciar a la agilidad en la manutención, favoreciendo la rentabilidad de los productos de categoría C.
Son muchos más los ejemplos donde las soluciones de almacenaje ATOX contribuyen a la rentabilidad de los almacenes: estanterías dinámicas diseñadas a medida para inventarios WIP en plantas de fabricación, almacenes autoportantes con transelevadores para grandes centros de distribución, dispensadores automáticos Disban H para la preparación de pedidos automática a muy alta velocidad, guiado por luz para la optimización del picking mediante operaciones pickt-to-light, etc.
El sistema de transporte por rodillos trabaja de forma coordinada con el resto de automatizaciones ATOX, reduciendo drásticamente las distancias que los operadores de picking han de recorrer, actuando también a modo de sorters para la clasificación automática de mercancía.
Además del almacenamiento y de la preparación de pedidos, los almacenes de comercio electrónico han de destinar recursos a la logística inversa como parte fundamental de su modelo de negocio. Pensemos, por ejemplo, cómo en los años recientes han proliferando las ventas online de ropa y calzado, en las que las devoluciones, que se esperan sean frecuentes, son ofrecidas como servicio gratuito para el consumidor. Optimizar las tareas del personal del almacén es clave aquí, con soluciones como el guiado por luz de ATOX (que gracias a su versatilidad permite también operaciones put-to-light) y los transportadores por rodillos inteligentes que integran sensores y desviadores.
En un futuro, a medida que maduren las tecnologías que permitan aplicar internet de las cosas a las cadenas de suministro con eficacia, llegaremos a disponer de trazabilidad y controles de inventario en tiempo real, y se aplicarán técnicas de inteligencia artificial y machine learning para realizar clasificaciones de inventarios mucho más sofisticadas y precisas.
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